domingo, 19 de octubre de 2014

El grave error de conocerme

Te invito a pasar, aunque te anticipo que aquí ha tenido cabida una guerra que ha dejado muchos estragos tras de sí. Desde aquella, todo en este lugar es horror y ruina. Así que perdón por el desorden.

Ten cuidado con los escombros; es difícil encontrar algo por aquí que no te haga tropezar. La media aritmética de veces que caen los curiosos que se atreven a  pasar por aquí es de trece. Y tú no vas a ser una excepción.

¿Sabes qué? Alabo tu osadía. No sé. El ser humano suele sentirse atraído por el misterio, pero no por la total oscuridad como la que este sitio ofrece. Si tuviese elección, personalmente nunca vendría aquí. Pero es que no me queda otro remedio. 

Probablemente se te encoja el corazón al pasar por este pasadizo lleno de telas de araña, polvo y vacío. Te felicito porque ninguno de los visitantes que han decidido atravesar estas cuatro gélidas e inestables paredes ha logrado llegar hasta aquí. 

¿Que dónde está la salida? Mira, llegados al punto cumbre de la visita, has de continuar solo. Porque ya no hay vuelta atrás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario