miércoles, 26 de junio de 2013

Crítica a las críticas

Una de las afirmaciones universales e indiscutibles es que, por el mero hecho de ser personas , todos tenemos un punto de vista con respecto a lo que nos rodea. Porque somos seres racionales con la capacidad de reflexionar y de aportar opiniones incluyendo argumentos en ellas.

Algo que debería estar completamente asimilado es que el mundo somos todos y todos somos objeto y creadores de críticas.

Desgraciadamente, poca es la gente que no se deja influenciar por las opiniones ajenas. Resulta imprescindible ser fiel a uno mismo y mantenerse impasible ante los comentarios de terceros. La clave es ignorar a los que únicamente parecen vivir por y para hundirte, al igual que es sumamente importante no creerse demasiado a aquellos que sólo saben decir cosas buenas de ti. Quizás empleen esa máscara de bondad con la finalidad de obtener algo de tu persona. 

Es bastante más preferible que te digan tanto lo bueno como lo malo que que las opiniones cojeen de lo disfrazadas y artificializadas que están. Porque la intuición existe y muchas veces te dicen lo que quieres oír, o al contrario, todo aquello que rechazarías escuchar sobre ti. 

Si tu felicidad va a depender de lo que opine el resto, pronto serás el gran damnificado. Tropezarse con la realidad es demasiado doloroso, así que mejor opta por ignorar a los que te quieran ver mal o simplemente pretendan agradarte con el uso de la mentira.

Cabe aclarar que cuando digo "ignorar una opinión", quiero decir que éstas no se deben tomar a pecho. Compartir tus ideas con el resto resulta más que enriquecedor y saber entender los diferentes puntos de vista acerca de cualquier tema constituye un gran paso hacia la mejoría de la convivencia en sociedad.

Otra cosa bastante polémica y que causa gran revuelo entre los más sensibles y (paradojas de la vida), a la vez entre los que más lo practican, son las críticas negativas. Aprendamos a distinguir la sinceridad del querer mostrar una antipatía que brilla por su ausencia. Cuando alguien pregunta la opinión de otra persona, es de suponer que lo hace con la intención de recibir una crítica constructiva, argumentada y estrictamente sincera. Estos tres puntos son los pilares indispensables sobre los que se deberían sustentar las opiniones. No asociemos lo negativo con lo destructivo ni la realidad con la exageración. 

Con este párrafo concluyo mi reflexión acerca de las críticas. Y espero que esté lo suficientemente razonada como para que se le pueda denominar "crítica". Esto último ya lo dejo en tus manos.




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